lunes, 22 de octubre de 2007

El loro

Esta historia ocurrió en una urbanización de un barrio residencial en las afueras de Pittsburg (Pennsylvania).

La protagonista de nuestro relato vive en un chalét, cuya vecina de al lado poseía un loro que estaba todo el día molestando con sus gritos y silbidos, y encima la familia propietaria le reía las gracias porque era muy divertido y curioso que el puñetero lorito hablara.

Un buen día, la protagonista de la historia se encontró con que su perro traía en la boca el dichoso loro. Muerto, claro, es cuando se dio realmente cuenta de que era un buen día. Recriminó al perro su fea acción, pero tras darle unas galletitas de premio, pensó que a la vecina no iba a hacerle mucha gracia la noticia.

No sabiendo como explicárselo, no se le ocurrió otra cosa que saltar la tapia que separaba ambos chaléts y volver a meter al fiambre de loro dentro de su jaula, que colgaba vacía de la pared de su amiga.

Al llegar su vecina a casa después de unos días se dirigió a ella con aire apesadumbrado.
-Vecina, estoy asustadísima.
-¿Y eso?, inquirió la protagonista...
-Es que, fíjate, la semana pasada se me murió mi pobre lorito, y lo enterramos al lado de aquel árbol... Y hoy llego y ...¡Ahí está otra vez, tieso en su jaula!

11 comentarios:

Angel dijo...

jajajaaaaaja, vaya tela, eso es un chiste!!!!! jajajajjaa

Unknown dijo...

si...Je,je

Luna Carmesi dijo...

Es un muy bueno... muy bueno!
Este es el momento 'Expediente X' del blog!!
juas!
:o)

Anónimo dijo...

buenísimo... y real

Anónimo dijo...

xDDDDDDD, muy bueno sí. Es como el del pájaro canario y el motorista.
Te lo cuento resumido:

Un motorista en plena autopista hacia el sur de la isla, pensando en pasar la noche de su vida( en el sur todo el mundo liga y folla, por las extranjeras). Iba tan ensimismado en llegar lo más rápido posible, que aceleró una pasada xDDD. No se dio cuenta del pájaro que se le estrelló contra el casco, sino cuando casi pierde el control por la invisibilidad de las plumas del pájaro en el mismo.
Frenó y se quitó el casco. El pájaro estaba mortalmente herido, pero vivo y el tío, que en el fondo era un retrasado, pensó: "anda coño, si me denuncian me encierran en la cárcel etc etc" decidió llevarse el pájaro y curarlo él. Lo puso en su jaula y todos los días le ponía agua y pan a ver si comía o bebía algo. Al llegar del trabajo comprobaba que nada, no espabilaba.
Un día, sin embargo, llegó y el pájaro estaba de pie, el motorista se acercó contento a la jaula y el pájaro cuando lo vio pió:
"me cago en tó, me cargué al motorista" xD
Creo que se pilla ;) xDDD

Besos.

Josemy dijo...

Polvo, dos cosas, yo tengo que ser espeso... porque no lo pillo.. jajaja

Mu bueno el tuyo María...

Anónimo dijo...

jajaja no me extraña que la mujer tuviera un buen susto..
bessos

Unknown dijo...

Ja,ja,ja...Polvo he de leerlo otra vez no lo pillo...


Me alegro que os guste, es gracioso el final.

Anónimo dijo...

Ah!!! ji.ji.ji.

Esta te la has inventado Maria, no me engañas

Unknown dijo...

Lola:

Ya esta la flamenca, que me voy a inventar.

Mandame el link, por correo¿Vale?
QUe he borrado varios mensajes sin darme cuenta iba el tuyo.

Anónimo dijo...

Es como un koan de simple. El pájaro al verse entre rejas y a pan y agua, pensó que el detenido era él. Es decir: pensó que se había cargado al motorista en el choque. xDDD

Besos.